Prusik es el nombre de un nudo de agarre y bloqueo. Una atadura de fricción con la característica de que se suelta al liberar la presión. Un nudo de salvación.
Utilizamos la metáfora del nudo Prusik para representar el universo de una comunidad.
Buscando nuevos parámetros, la tribu se autodestierra con la propuesta de una nueva humanidad. Para no construir lo mismo, desde el coraje de crear algo nuevo en relación a los vínculos, el deseo, el anhelo de ser libres, a la naturaleza original del ser; a la nudez de uno mismo, a la emoción, el trabajo, la familia, el planeta… Para recuperar la inocencia del devenir, para volver a jugar en paz y reencontrar la identidad que precede a la separación.
Es urgente y necesario asaltar el Edén y recuperarlo.
La compañía La Intrusa reúne en Prusik una red de intérpretes constituida desde Euskadi y Galicia. Un encuentro de 9 mujeres que reivindica la urgencia de recuperar la ternura.
La intrusa
Compañía creada en 1996 por Damián Muñoz y Virginia García que combina la producción de obras propias de escena y audiovisual con encargos coreográficos, colaboraciones teatrales y trabajos para televisión y publicidad. Ha presentado sus coreografías en más de 30 países y mantiene una destacada labor docente en prestigiosas escuelas y centros coreográficos de todo el mundo.
En 2015 fue distinguida con el Premio Nacional de Danza del Ministerio de Cultura. Autores de espectáculos poéticos de un fuerte impacto visual y emocional, con un tono intimista que conecta fácilmente con el público. Entre sus últimas creaciones están Mud Gallery. Animales de hermosa piel (2015) o It’s a Wrap. Kubrick is dead (2020). Trabajan con reflexiones, símbolos y metáforas que convierten en movimiento sobre el escenario, apoyándose también en las palabras.