Aquellas que no deben morir es un espectáculo que coloca en la esfera pública un tema todavía tabú: la muerte y su gestión privada. Para ello, Las Huecas trabajan a partir de los imaginarios (a veces precarios) que las generaciones jóvenes tienen sobre los procesos de traspaso.
Desde una perspectiva política y poética, el espectáculo arroja luz sobre los abusos de la industria funeraria y la capitalización del deceso. Se trata de una puesta en escena a medio camino entre el teatro documental y la experimentación de los rituales, donde, además de las performers, intervienen Núria Isern, trabajadora del sector funerario y Júlia Sánchez, activista por la soberanía de la muerte. Aquellas que no deben morir es una propuesta emancipadora porque permite interromper los relatos convencionales sobre morir, una experiencia teatral que se ha definido desde la crítica como “algo que no puedes nombrar, pero que cuando estás delante de ello, sabes que no lo has visto antes’’. Espectáculo ganador del premio Apuntador 2021 y premio Novaveu de la Crítica.
Las Huecas
Nace en el año 2016 con el objetivo de llevar a cabo creaciones escénicas desde la práctica colectiva. Como agrupación transitan por todo tipo de identidades: investigadoras etnógrafas, banda de punk o dibujantes de cómic. Se sitúan en una estética híbrida; herederas de la tradición paródica y satírica catalana, influenciadas por las propuestas del teatro documental, por las teatralidades visuales y del objeto y, finalmente, por las experiencias liminares de la performance. Trabajan a partir de un carácter netamente investigador la noción de performatividad “de la retirada’’, la vulnerabilidad de los cuerpos, los juegos débiles de los códigos teatrales, el juego de máscaras de las identidades individuales, la dramaturgia permanente y fragmentaria, así como la abolición de las estructuras jerárquicas en la creación.